viernes, 15 de mayo de 2015

El Briozoo Que No Debía Estar Allí

El estudio paleontológico no es un trabajo sencillo. Consta de numerosas y diversas partes que van desde el trabajo de campo y la recolección de fósiles hasta el análisis radiactivo de los mismos, pasando por la sistemática y taxonomía de las muestras. Por eso, no es difícil de entender que el artículo de Urszula Hara, del Instituto Geológico Polaco, haya tardado más de 20 años en ser completado y publicado, desde el momento en el que se recogieron los fósiles de distintos géneros de briozoos en la Formación de La Meseta, en Seymour Island, durante el verano austral de 1993. 
Figura 1: Pingüino paleontólogo con humanos paleontólogos. 


Como ya se ha dicho en posts anteriores, la Isla Seymour, en la Antártida  es uno de los lugares de este continente donde se han llevado a cabo más estudios paleontológicos, debido a su localización occidental, lo que supone temperaturas algo menos extremas de las que podríamos encontrar en el centro del continente, y que, por tanto, facilita las investigaciones.
De este modo, y siguiendo los trabajos previos de otros autores, se llevó a cabo una recogida de fósiles en un afloramiento (ZPAL2) de la Formación de La Meseta, encontrándose numerosas muestras de briozoos de tres género distintos; Beania, ?Vasignyella y Malakosaria, un género endémico y raro en el registro y en la bibliografía paleontológica.

Figura 2: Pared del afloramiento en la Formación de La Meseta, Seymour Island, en la que se encontraron las muestras. Esta imagen se encuentra en el artículo original. 

Los briozoos son invertebrados coloniales y acuáticos, marinos en su mayor parte. En muchos casos, los individuos de la colonia, llamados zooides, segregan unos tubos calcáreos que envuelven las partes blandas, actuando como protección. Las colonias de zooides se llaman zoarios y presentan formas muy variadas, encontrándose normalmente incrustadas o adheridas a superficies de rocas, como en el caso de los encontrados en la Formación de La Meseta. En el artículo “Bryozoan internal moulds from La Meseta Formation (Eocene) of Seymour Island, Anctartic Peninsula”1, se describen los géneros más importantes encontrados en este punto, relacionándolos con factores biogeográficos y paleoambientales.

Figura 3: Adeonella calveti. Briozoo actual. 
Figura 4: Localización del Eoceno en la Tabla Cronoestratigráfica en su edición de 2012.

Beania mirabilis Johnston, 1840
El zooide de Beania tiene forma oblonga, más larga que ancha, con la superficie lateral algo dilatada y entre nueve y diez espinas o púas.


Figura 5: Beania mirabilis. Esta imagen se encuentra en el artículo original. 

?Vasignyella sp.
Este género es mucho menos numeroso en el afloramiento de la Formación de la Meseta, encontrándose solamente 3 zooides independientes, de entre unos 0,8 y 0,9 milímetros de longitud y con morfología claviforme.
Vasignyella es un género estudiado previamente y con  un amplio registro fósil. Sin embargo, las muestras encontradas en Seymour Island mostraban bastantes diferencias con otras localizadas en zonas como Java o Indonesia (Savignyella otophora). Las pocas similitudes en forma y tamaño y la falta de cámaras y poros hace muy difícil la identificación del género, y es por eso por lo que se pone un signo de interrogación antes de éste, ya que esto representa una distribución dudosa de la muestra, lo que le confiere el carácter de accidental.

Figura 6: Vasignyella sp. Esta imagen se encuentra en el artículo original. 

?Malakosaria sp.
Es un género colonial, en el que cada zoario está compuesto por entre seis y ocho zooides, dispuestas en capas superpuestas orientadas longitudinalmente. Los zooides tienen morfología claviforme y alargada, con un incremento de la anchura en la parte media del cuerpo. También son poco numerosos en el afloramiento y, aunque también se incluye el signo de interrogación previo del género, Malakosaria parece ser mucho más fácil de ubicar que Vasignyella, siendo muy similar a otros briozoos conocidos previamente, Malakosaria sinclairii y Malakosaria atlantica.  
Este género se encuentra en una pared de arenas arcillosas, en las que se encuentran adheridas sus “raíces”. Este taxón está normalmente asociado a mares muy someros y calmados, lo que da lugar a grandes colonias de estos briozoos, que fueron originalmente una parte de una microfauna sésil que habitaba adherida al suelo marino, donde hay una gran cantidad de sustrato disponible en el que poder incrustarse.
Es más que probable que estas condiciones se dieran en la zona de La Meseta durante el Eoceno, con un suelo muy arenoso, razón por la cual se habrían encontrado estos fósiles.
Figura 7: Malakosaria sp. Esta imagen se encuentra en el artículo original. 

Y todo esto…¿Por qué es importante?
El hecho de encontrar fósiles tan diversos en el continente antártico es más que un hecho anecdótico.
Como ya sabemos, la ordenación de continentes y océanos en nuestro planeta no ha sido siempre la que conocemos hoy en día. Durante el Eoceno, la Tierra tenía un aspecto algo distinto al actual.
Figura 8: La Tierra durante el Eoceno. 

Las muestras de Beania mirabilis encontradas en Seymour Island se corresponden con otras encontradas recientemente en Brasil. Que la misma especie se encuentre en dos puntos tan distintos climatológicamente hablando tiene su explicación a que durante el Eoceno se produjo lo que conocemos como el máximo térmico del Paleoceno-Eoceno, un fuerte cambio climático por un aumento de los niveles de Carbono-12 en la atmósfera, convirtiéndose posteriormente en dióxido de carbono CO2, dando lugar a un efecto invernadero masivo que provocó un aumento de las temperaturas, produciendo cambios en la circulación oceánica y atmosférica y el deshielo de todos los glaciares presentes en el planeta. La temperatura media aumento unos 6º en un período de tiempo geológico relativamente pequeño. Con el deshielo, disminuyó muy notablemente el albedo, por lo que los rayos del sol se reflejaban menos, propiciándose así el aumento de las temperaturas. De esta manera, fue posible la colonización por parte de Beania de dos puntos de tan distintos actualmente como Brasil y la Antártida, que es ese momento compartían clima común.
Lo mismo ocurre con las muestras de la familia de Savignyellidae de Java e Indonesia, dos lugares con climas totalmente opuestos al de Seymour Island en la actualidad.
En definitiva, encontrar estos fósiles, supone una prueba más de cómo la Tierra ha ido cambiando a lo largo de toda la historia geológica, dando una forma distinta a su superficie y produciendo cambios tan brutales que nos dejan los mismos organismos en zonas con clima tropical en latitudes cercanas al ecuador y en una zona tan austral como nuestra, ya querida, Seymour Island.


Otros enlaces de interés
-Para saber más sobre los factores geoquímicos relativos al máximo térmico del Paleoceno-Eoceno. 
http://www.spanishprisoner.net/2013/07/el-maximo-termico-del-paleoceno-eoceno.html

Bibliografía

1.       HARA, U. 2015. Bryozoan internal moulds from the La Meseta Formation (Eocene) of Seymour Island, Antarctic peninsula.  Polish Polar Research, vol. 36, no. 1, pp. 25-49, 2015.

GAZDZICKI, A. and MAJEWSKI, W. 2012. Foraminifera from the Eocene La Meseta Formation of Isla Marambio (Seymour Island), Antarctic peninsula. Antarctic Science 24: 401-409.

LAGAAJJ, R. 1968, First Fossil finds of the six genera of Bryozoa Cheilostomata. Proceedings of the First International Conference of Bryozoa. Atti della Societa Italiana di Scienze Naturali del Museo Civico di Storia Naturale de Milano 108: 345-360.

MARENSSI, S.A., SANTILLANA, S.N. and RINALDI, C.A, 1998. Stratigraphy of the La Meseta Formation (Eocene) Marambio (Seymour) Island, Antarctica In: S. Casadío (ed.) Paleógeno de América del Sur y de la Península Antártica. Revista Asociación Paleontológica Argentina. Publicación Especial 5: 137-146.


RAMALHO, L.V., MURICY, G. and TAYLOR, P.D., 2010. Taxonomy of Beania Johnston, 1840 (Bryozoa, Flustrina) from Arraial do Cabo, Rio de Janeiro State, Brazil. Arquivos do Museu National, Río de Janeiro 66: 499-508. 




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