jueves, 14 de mayo de 2015

Restos de un abelisaúrido en Argentina. Llega uno más a la familia.

Introducción

Cada año se decubren de media 40 géneros nuevos de dinosaurios en todo el mundo. En ocasiones se descubren grandes conjuntos de restos esqueléticos en los que se llegan a diferenciar hasta casi un centenar de individuos distintos;otras veces los fósiles se encuentran en un estado de conservación tan excepcional que pueden hacer cambiar nuestra visión de estos gigantes del pasado, como fue el hallazgo de una "momia" de hadrosaúrido en las badlands de Montana. Sin embargo, casi todos los restos que se descubren de dinosaurios, como sucede en muchos otros grupos animales fósiles, son sobre todo fragmentarios; lo cual no siempre es un impedimento para clasificar y describir una posible nueva especie. 

La siguiente entrada se basa en el artículo: New abelisaurid remains from the Anacleto Formation (Upper Cretaceous), Patagonia, Argentina.



Siempre estáis con los dinosaurios de EE.UU y Canadá, pero en la otra punta de América, tenemos los mayores dinosaurios carnívoros que hayan existido.

¡Ché pibe! No es la vaca argentina, es el dinosaurio argentino

Nuestro viaje nos llevará hasta la inmensidad de la Patagonia argentina. Cerca de la ciudad de General Roca, se encuentra la Formación Anacleto ,de edad perteneciente al Cretácico Superior (Campaniense); se encuentra compuesta por una sucesión de depósitos continentales, especialmente de arenas, arcillas y calizas concrecionales (Hugo and Leanza, 1999). Es reconocida  como una de las formaciones más importantes de fósiles de dinosaurios en toda Sudamérica; ya anteriormente fueron descritos los géneros de saurópodos Antarctosaurus y Neuquensaurus, ornitisquios como Gasparinisaura y algunos terópodos de gran tamaño tales como Aerosteon y Aucasaurus (Coria et al., 2002) en esta formación. Además, el yacimiento de Auca Mahuevo; donde se han encontrado millares de cáscaras de huevos e incluso embriones preservados de grandes saurópodos, pertenece a esta formación (Chiappe et al., 2001).

Los restos que vamos a presentar se descubrieron en una zona donde previamente se habían encontrados restos de saurópodos y caparazones de tortugas. Los restos fragmentarios consisten en un premaxilar parcial, tres posibles vertebras dorsales, dos grupos de vertebras sacras, la sección distal del pubis las partes proximales de los dos húmeros y una garra del pie. Todos los indicios apuntan a que este espécimen (nombrado MPCN-PV 69) sería un representante de los abelisáuridos, una familia de dinosaurios terópodos muy abundantes en los continentes que conformaron Gondwana (Sudamérica, África, India y Madagascar) durante el Cretácico Superior. 

 Situación del hallazago del ejemplar MPCN-PV 69 y los restos encontrados.

 

Montando un puzzle de 75 millones de años

La labor de un paleontólogo a campo abierto no solo consiste en recolectar los fósiles que encuentra, tambíen debe realizar un ejercicio de reconstrucción del animal con los materiales disponibles como si de un rompecabezas se tratara. El espécimen MPCN-PV 69 es un buen ejemplo de ello, y como tal, habrá que ver como son las piezas para desvelar la apariencia del dinosaurio.


  • Premaxilar izquierdo: Se trata del único resto craneal encontrado, con una morfología cuadrada; ligeramente más largo que alto, aunque la fragmentación fue considerable en la parte dorsal del hueso. En él, podemos encontrar varias caractériscas que los relaciona con los abelisáuridos (Bonaparte et al., 1990) como Majungasaurus, Carnotaurus y Aucasaurus (Sampson et al., 1996) como son un proceso palatal en la parte interna del fragmento; una serie de opérculos de tamaño importante la parte externa, los cuales formaban parte de un conjunto alveolar dentario muy característico de esta familia y unas coronas dentarias parciales en forma de lagrima divididas por unas placas interdentales, que también se encuentra en clados muy emparentados como el de los noasaúridos y los ceratosaurios.
  Distintas vistas del fragmento premaxilar descubierto.


  • Vertebras y pubis: Se encontaron tres vertebras, supuestamente dorsales de las cuales solo se conservan el centro vertebral (Centrum) y restos muy fragmetarios de arcos neurales que dificultan mucho su definción, aunque recuerdan a las dorsales posteriores (ausencia de parápofisis y posible migración asociada con la diapófisis) como sucede en Majungasaurus y Carnotaurus e incluso una de las vertebras podría mostrar un pleurocelo, lo que sería una evidencia de neumaticidad, sin embargo faltan restos para respaldar esta hipótesis. Las vertebras sacras se encuentran en un mejor estado de conservación e incluso un par se encuentra fusionado (característica de los abelisáuridos como Masiakasaurus, Majungasaurus y Carnotaurus, aunque también presente en grupos de ceratosaurios y tetanuros). Del pubis se pudo recuperar a porción distal que se asemeja a la de Carnotaurus.
Conjunto de vertebras encontradas y parte distal del pubis (I). Gran parte del material se encuentra muy alterado y conjuntos anatómicas como los pleurocelos (F) están basados en comparaciones con otros téropodos.
  
  • Húmeros: Se corsevan la parte proximal de los dos húmeros, y aunque fragmerantarios (húmero derecho: 10 cm y húmero 11 cm) se estima que la longitud total sería de 25 cm, siendo más cortos que los de Majungasaurus, Carnotaurus y Aucasaurus. La cabeza de la articulación es semiesférica y prominente con un tuberculo mayor y tuberosidad interna marcados, siendo esta última delimitada por una discontinuidad con la cabeza del humero. Su estructura se asemeja a la de abelisáuridos como Carnotaurus y Aucasaurus y se diferencia de parientes más basales como Masiakasaurus o Eoabelisaurus.
Ilustración de la porción proximal del húmero izquierdo

Comparación de los húmeros de distintos abelisauroideos. Masiakasaurus,(A, F, K), el abelisaúrido MCF-PVPH 53 (B, G, L), Majungasurus (C, H, M), Carnotaurus (D, I, N) Y el ejemplar MPCN-PV 69.

  • Garra: pertenceciente a una falange del pie; es un resto robusto, alto, ligeramente curvado y carece de tubérculo flexor. Además posee don ranuras vasculares en forma de Y en los laterales. Su descripción se corresponde con la de otros terópodos del clado Abelisauroidea, aunque difiere algo con la generos basales como Masiakasaurus (Carrano et al., 2002).
Ilustración de la garra en cuestión.

En busca de los parientes perdidos  

"Ahora que tenemos las piezas del rompecabezas, tenemos que juntarlas para saber quién eres y de dónde vienes". Esto se les debió pasar por la cabeza a los paleóntologos encargados de la descripción de los restos. Lo cierto es que a pesar de la naturaleza fragmentaria de los restos, se pudo realizar una actividad detectivesca en toda regla que llevó a la identificación del ejemplar en el cladograma de los abelisauroideos. Características tales como la conformación del hueso premaxilar, la sutura de las vertebras sacras y la posible presencia de pleurocelos en las dorsales y la morfología de la cabeza bulbosa del húmero (la cual implica un adelamiento de la posición del brazo con respecto a otros grupos de terópodos), nos dan una idea de que dinosaurio se ha hallado. El estudio de las características mencionadas (aplicando el programa TNT 1.1 mediante el método de la parsimonia de Wagner) situa al ejemplar MPCN-PV 69 entre los abelisáuridos del clado Brachyrostra (géneros sudamericanos tales como Carnotaurus (Bonaparte et al., 1990), Abelisaurus, Aucasaurus, Skorpivenator, Ilokelesia y Ekrixinatosaurus) aunque mantiene relaciones emparentadas con los abelisaúridos de la región Indo-malgache (Farke and Sertich, 2013) como Majungasaurus y Rajasaurus.

Cladograma realizado a partir del estudio de los restos de la Formación Anacleto.

Conclusiones

Si bien la familia Abelisauridae no está entre los terópodos más reconocidos a nivel mundial, lo cierto es que conformaron uno de los grupos más exitosos de finales del periodo Cretácico, ocupando el lugar de los tiranosáuridos en muchas zonas de Gondwana. El descubrimiento de una nueva especie nos ayuda a vislumbrar un ecosistema prehistórico en el cual el nicho ecológico de superdepredador ha sido ocupado por una familia de dinosaurios con unas características peculiares que les ha permitido prevalecer sobre otros tipos de terópodos. 

Otra lección importante de este estudio es, que a pesar de descubrirse restos fragmentarios, una descripción minuciosa de los carácteres observados y un correcto análisis estadístico  puede ayudarnos a situar a un indivuduo fósil en un espacio cladístico más o menos definido, e incluso definirlo como un especie diferenciable de las otras.

El baúl espacio-temporal del DinoFriki

¡Sean a todos los dinofans a una edición del baúl espacio-temporal del Dinofriki! Hoy os voy a hablar de un lugar por el cual he tenido un gran interés desde muy pequeño, la Patagonia argentina, tanto por sus paisajes como por los secretos que ocultan  y es que a esta tierra, desde los tiempos de la colonización española, se le ha llamado "la tierra de los gigantes".

  •  El Carnotaurus se encuentra entre los dinosaurios más extraños jamás descubiertos. Su nombre significa "toro carnívoro"; sus brazos son más pequeño, en comparación, que los de Tyrannosaurus rex, pero lo que más llama la atención es son su par de protuberancias en forma de cuernos sobre la cabeza que harían huir al  torero más valiente.
¡Quitate de ahí! ¡Qué te pilla el Carnotaurus!
  •  El mayor dinosaurio descubierto es el Argentinosaurus huinciliensis cuyo tamaño se ha estimado en más de 30 metros y un peso de aproximadamente 60 toneladas, siendo de esta manera el mayor animal terrestre que haya pisado la faz de la Tierra.
 El fémur de Argentinosaurus mide más de 2 metros, casi tanto como los Gasol.

  • Sin embargo, el Argentinosaurus no se encontraba del todo seguro, ya que un herbívoro de tan considerable tamaño, tenía un depredador que le fuese a la zaga. Hablamos del Giganotosaurus carolinii, un dinosaurio carcarodontosáurido ligeramente mayor que el Tyrannosaurus y que depredaría a los individuos más jóvenes y débiles.
Grupo de Giganotosaurus al ataque del "pequeño" Argentinosaurus.
  • Si bien el mayor registro de abelisáuridos se encuentra en Argentina, hay otras partes del mundo donde se han encontrado. En la isla de Madagascar, nos podemos encontrar los restos del Majungasaurus, tal vez el primer gran terópodo del cual se sabe que sus propios congéneres formaban parte de su dieta, es decir, estaríamos ante un dinosaurio caníbal.
Reconstrucción del comportamiento caníbal de Majungasaurus.

Fragmentos de documentales 

https://www.youtube.com/watch?v=Qqs8uRBD56A 

https://www.youtube.com/watch?v=apKf9XOcOTo

 Libro recomendado del día

Norman, D. 1998. Historia ilustrada de los dinosaurios. Ediciones Susaeta. 208pp.


Descripción personal: Libro de divulgación científica que realiza un repaso por toda la paleontología de dinosaurios, desde la historia de los descubrimientos más relevantes hasta descripciones muy detalladas y precisas de la anatomía de estos seres, pasando por la paleoecología de los medios en que vivieron y las teorías de sus extinción. Las ilustraciones poseen un gran detalle y, aunque algo desfasado, los principios que se utilizan en las descripciones se siguen usando en los trabajos actuales.

 

 

Referencias bibliográficas


  • Bonaparte, J.F., Novas, F.E., Coria, R.A., 1990. Carnotaurus sastrei Bonaparte, the horned, lightly built carnosaur from the Middle Cretaceous of Patagonia. Los Angeles County Museum. Contributions in Science 416, 1-42.

  • Carrano, M.T., Sampson, S.D., Forster, C.A., 2002. The osteology of Masiakasaurus knopfleri, a small abelisaurid (Dinosauria: Theropoda) from the LateCretaceous of Madagascar. Journal of Vertebrate Paleontology 22 (3), 510-534.


  • Chiappe, L.M., Salgado, L., Coria, R.A., 2001. Embryonic skulls of titanosaur sauropod dinosaurs. Science 293, 2444-2446.

  • Coria, R.A., Chiappe, L.M., Dingus, L., 2002. A new close relative of Carnotaurus sastrei Bonaparte 1985 (Theropoda: Abelisauridae) from the Late Cretaceous of Patagonia. Journal of Vertebrate Paleontology 22, 460-465.


  • Hugo, C.A., Leanza, H.A., 1999. Hoja Geologica 3969-IV, General Roca, provincias del Neuquen y Río Negro. Instituto de Geología y Recursos Naturales. SEGEMAR,pp. 1-71. Boletín 308.

  • Sampson, S.D., Forster, C.A., Krause, D.W., Dodson, P., 1996. The premaxilla of Majungasaurus (Dinosauria: Theropoda), with implications for Gondwanan paleobiogeography. Journal of Vertebrate Paleontology 16, 601-605.

4 comentarios:

R. Pradana dijo...

¡Buena entrada, Javi! Siempre es bien recibida cualquier información que aumente el conocimiento que tenemos del pasado de nuestro planeta.

Personalmente, me ha llamado la atención especialmente que los taxones de reptiles mencionados en tu artículo sean los mismos que aparecen en el mío (Saurópodos, Terópodos, Ornitisquios y tortugas). Eso sí, también cabe destacar que las coincidencias se acaban ahí, pues si nos metemos en géneros, ya la cosa es muy distinta... Aunque supongo que se puede explicar en términos paleogeográficos, ya que tú hablas de Argentina (Gondwana) y mi estudio es en la Península Ibérica (Laurasia), lo que conllevaría tener representantes distintos pero pertenecientes al mismo suborden y ocupando nichos similares en cada zona del mundo.

¡Un saludo!

Javisaurus dijo...

Te agradezco mucho el comentario, Raúl.

Lo cierto es que la distribución paleogeográfica y diversidad de los diversos grupos de reptiles que habitaron nuestro planeta durante el Cretácico Superior se podría comparar con la enorme radiación de grupos de mamíferos durente el Mioceno.

Bien es cierto que, en contraste con tu entrada, podemos encontar una diferencia significativa entre los grupos de reptiles que predominaron en la Península Ibérica y la Argentina del Cretácico Superior; pero también ciertas semejanzas, por ejemplo el gran téropodo que mencionas estaría relacionado con los dinosaurios ceratosaurios, un grupo que durante el Jurásico tuvo una gran dispersión y que por ciertas razones se volvió predominante en Godwana (Como señalo en mi entrada) y minoritarios en Laurasia ( como parece que indicas en la tuya).

¡Qué tengas un buen día!

Nills dijo...

Hola pregunto ¿por las dudas este espécimen no es Tralkasaurus Cuyi?

Nills dijo...

Hola ¿me gustaría saber que especie es? Si me pueden responder se los voy agradecer